Esta vez, en Uruguay, La convocatoria a arquitectos, decoradores y paisajistas se plasmó en el Centro Cultural Pueblo Blanco, Ubicado en la Loma de de San Rafael, a la altura de la Parada 5 de la Mansa y la Brava. Se trata de un gran predio inserto en los bosques, entre Av. De los Médanos y Pedragosa Sierra, cuya casona tiene reminiscencias de la célebre Casa Pueblo del artista Carlos Páez Vilaró. Pueblo Blanco se convirtió en la gran vitrina para que los expositores se luzcan con intervenciones espaciales en todos los ambientes y terrazas de la casa.
La tónica general de las propuestas fue el refinamiento, la elegancia y un gran esmero puesto en la elección y la distribución de los complementos decorativos. Equilibrio, sensación de calma, predominio de texturas novedosas y la sensación de una "deco posible" -en oposición a algunos ejercicios creativos algo irreales que he visto en otras muestras- son las impresiones que más he retenido.
En un recuadro de la columna de la derecha incluyo las imágenes que tomé durante la visita.
En un recuadro de la columna de la derecha incluyo las imágenes que tomé durante la visita.
